martes, 19 de febrero de 2013

Me voy de Whatsapp

Esto no es solo una entrada más en el blog, que está más muerto que vivo, es un mensaje que espero poder distribuir a todo aquel que me tiene agregado en Whatsapp a modo de despedida y para informarlo de mi nueva dirección como cuando cambias de correo electrónico.

Aviso que puede ser una lectura larga pero creo que merece mucho la pena y que al menos se debería de tener un poco en cuenta a la hora de sopesar qué herramientas usamos y cuál es el motivo por el que las usamos. Es algo que llevo mucho tiempo queriendo contar a mucha gente y no solo aquellos con los que hablo en persona.

Voy a poner el final al principio por si decides no leer nada más pero el motivo del mensaje es que a partir de hoy voy a estar una semana más en Whatsapp en caso de que alguien se interese y quiera preguntarme algo pero en una semana será imposible mandarme nada a través de Whatsapp. Whatsapp es un agujero en cuanto a tu privacidad se refiere y en cuanto a privacidad tengo un nivel de tolerancia pero que funcione mal y no les importe es algo que no me sienta bien. Me voy a Spotbros. Si no lo conoces sigue leyendo, creo que te interesará bastante.

Primero quiero referirme a todos aquellos que han recibido este mensaje y no tienen ni idea de quien soy o ya no se acuerdan de mi: lo primero es que no soy un desconocido. En algún momento de vuestras vidas me disteis vuestro número o por algún motivo u otro vuestro número de teléfono acabó en mi agenda. No os extrañéis, esto es muy común con Whatsapp. Es tan común que os ha tenido que pasar muchas veces y que no solo da lugar a que gente que no conocéis os escriban si no que es una puerta abierta a todo tipo de mensajes que ni habéis pedido ni os interesan. Esos mensajes que se llaman spam y contra los que no tenéis prácticamente ninguna protección. Una vez que sabéis que os advertido de que esto no es un mensaje de alguna empresa o algo así, si no que soy una persona real con vuestro número, os invito a seguir leyendo. Siempre hay la opción de cerrar la pantalla si no os interesa. Después de todo esto es algo que no habéis pedido ni habéis dado permiso para recibir.

Hace unos tres años se me preguntó si no tenía Whatsapp. Respondí que no con cara de extrañado, esa cara que se te queda cuando no sabes si se están quedando contigo o te están preguntando algo en serio. Me explicaron que era una app de mensajería instantánea que dejaba mandar mensajes gratis a tus contactos de la agenda que también tenían la app. Si a alguien le dicen esto y no se le hace la boca agua y mira con cara de troll a los de --póngase aquí tu operadora-- es que no es persona que paga facturas.

La idea era genial y parece ser que no fui el único que pensó esto ya que poco tiempo después todo el mundo tenía Whatsapp y “mándame un Whatsapp” se convirtió en una frase estándar. Ya nadie mandaba mensajes, ya nadie pagaba por bonos de sms o vitaminas (si no recuerdo mal...). Aquello era una cosa del pasado. En un país como España conocido por ser un país pirata (según USA), pagar por algo que tienes gratis... eso está visto como anticonstitucional casi.

Entonces, si Whatsapp mola tanto... ¿por qué el título del post es “Me voy de Whatsapp"?

Muy sencillo: se acabó la chispa y se transformó en un lanzallamas quemándome la cara.

Cuando comienzas a usar whatsapp no hay problema ninguno y todo te parece bien. De hecho si solo te interesa mandar mensajes a la gente todo sigue siendo maravilloso. Tienes casi todo el mundo allí, solo tienes que escribir y listo. Sin embargo si te pones a pensar un poco en las cosas te das cuenta de que hay cosas que fallan.

Todo el mundo dice que entrar en Whatsapp es muy fácil, solo pones tu teléfono y listo. Pero poca gente se para a pensar qué hay por detrás de esto. El hecho de que sea tan fácil quiere decir que no hay ningún requisito. La seguridad que tienes a la hora de crear tu cuenta es prácticamente nula. Se sabe que un usuario de Whatsapp tiene nombre y contraseña automáticos que en menos de cinco minutos se pueden averiguar fácilmente. De hecho la seguridad es tan mala que he visto en persona como en cuestión de dos minutos un tipo desde su pc accedía a mi móvil y cambiaba mi estado de Whatsapp sin yo ni siquiera tocarlo. Solo necesitaba saber mi número de móvil y si estás leyendo esto y no sabes quien soy... tu número de móvil no es tan complicado de conseguir. ¿Nunca te han llamado de Jazztel sin haber pedido nada? Pues eso.


Whatsapp fué notificado de estos fallos cuando se descubrieron y su respuesta no fue solucionarlo, su respuesta fue amenazar con demandar al que notificó los fallos y cerrar su página web. Una forma muy cordial de decir “gracias por avisar”. A día de hoy muchos de estos fallos de seguridad, los más graves, siguen sin solucionarse pero siguen actualizando la app con chorradas que dejan a sus usuarios enganchados porque no les importa lo seguros que están en su servicio o lo bien que funciona. Solo les importa que el número de altas se grande y yo no estoy de acuerdo con eso. Cuando un servicio falla y se notifica que la seguridad y privacidad de tus usuarios está en peligro lo natural es arreglarlo y no matar al que te avisa para que tus usuarios no lo sepan.

Otro gran punto en contra es el hecho de que todo el mundo te pueda mandar mensajes sin que no los pidas. De nuevo, si estás leyendo esto sin saber quien soy ya sabes a lo que me refiero. Estoy harto de recibir mensajes de gente que no conozco. De ver amigos preguntarme quien es un número que le escribe por Whatsapp porque no saben quien es. “No pasa nada, lo bloqueo”, dirán muchos. Pues permitidme que os diga que crear usuarios random en Whatsapp es también una trivialidad y si alguien quiere spamear, a no ser que borreis usuarios mas rápido que Rajoy recorta, os vais a hartar de spam en el futuro cuando se aproveche esa ventaja.

¿Entonces por qué no dejaste Whatsapp antes?

No dejé whatsapp antes porque por poco que me gustara era la forma más rápida que tenía de comunicarme con prácticamente toda la gente con la que hablo a diario.

Hay muchas apps que funcionan mejor que Whatsapp pero como este cuenta con una gran base de usuarios muchos se niegan a cambiar. Mi consejo es que cambiéis casi a cualquiera, todas tienen sus ventajas e inconvenientes pero pocas tienen los fallos catastróficos que tiene Whatsapp. Si eres un usuario que prefiere tener muchos contactos a tener privacidad, seguridad o un mínimo de control sobre lo que recibes en tu teléfono entonces no necesitas cambiar pero mi consejo es que tengas mucho cuidado con lo que haces.

Quien me conoce sabrá que hay una herramienta que prefiero bastante más que Whatsapp: Spotbros. Como este mensaje es de despedida y redirección tengo que hablar de las dos: de dónde me voy y a dónde me voy. 



Muchos igual conocéis Spotbros. Es una app de mensajería española, al estilo Whatsapp, Line, Chaton... y muchas más que hay en el mercado. Para mi Spotbros tiene varias ventajas con respecto a otras pero la más importante es que Spotbros te cuida. Solo eso.

Para empezar la seguridad en Spotbros es una cosa que se supone. Todo mensaje va cifrado. Nadie salvo tu y quien lo recibe puede saber lo que ahí pone o lo que eso contiene. En 30 días todo lo que hayas mandando desaparece de sus servidores, no hay rastro de nada que tu hayas hecho ahí porque a nadie salvo a ti y a tu contacto os importa. Si queréis saber qué pasa con vuestros mensajes en los servidores de whatsapp mejor ni preguntéis. Al contrario que whatsapp no basta con que alguien tenga tu teléfono, ambos tenéis que ser contactos mutuos y si no es así hay que mandar una petición tipo Facebook.

Llevo usando Spotbros desde que salió su primera versión. Era una app muy verde aún pero hecha con entusiasmo y con buenas ideas por un gurpo de estudiantes españoles. Con el tiempo me gustó la idea: no solo mensajes entre contactos si no chats públicos asociados a zonas (Spots) mensajes zonales que recebían la gente de tu alrededor (Shouts) y mensajes multimedia en el que podías poner todo lo que quisieras con un formato bastante agradable (SBMails). Cuando algo me gusta me suelo poner cansino y comencé a recomendarlo. Algunos pensaron que la idea era buena pero claro, la base de usuarios era muy pequeña porque era una app que nadie conocía y que había salido hace cosa de un mes. Conseguí que toda mi familia la usase con lo que el 80% de los usuarios que me interesaban de Whatsapp ya estaban allí.

Fui mandando mensajes a su correo de soporte con ideas que creía que podrían mejorar la app y al contrario de lo que me suele pasar cuando hablo con el soporte de alguna aplicación me respondieron muy amables y asombrosamente comencé a ver algunas de las cosas propuestas en las versiones siguientes. Seguro que no fui el único en proponerlo pero eso significaba que la gente que había detrás de la app escuchaba lo que los usuarios les comentaban. Esto me hizo sentir parte de la app y así es como se gana a un cliente que muy mal lo tienes que hacer para que se vaya. No me importa que me des una base de usuarios de 200 millones de personas, que en mi agenda tenga 90 usuarios de los que solo conozco 20 y solo hablo con 7 si luego cuando se te aconseja algo tu respuesta es demandarme. Con eso me dices que no te importo. Así no ganas a nadie o al menos así no me ganas a mi.

¿Si Spotbros me gustaba tanto por qué no dejé Whatsapp antes? 

Pues porque aunque Spotbros me gustaba mucho seguía siendo una app en desarrollo. Aún le faltaban cosas, no se podía mandar vídeo o sonido y algunas veces los servidores no acababan de funcionar bien. Aún así este octubre pasado hicieron un lanzamiento más mediático y mucha gente empezó a usar la app. Hubo mucho revuelo con el hecho de que mandaba spam a Whatsapp. He comentado mucho sobre eso pero una cosa está clara: si se te pregunta si quieres invitar a tus usuarios de Whatsapp y dices que si sin leer lo que se te pregunta eso no es spam, es que no lees lo que se te pregunta. Punto. No puedes culpar a nadie de no prever que eres un poco burro. Es más, se preguntaba si querías mandar la invitación pero no tendrían por qué hacerlo para tener permiso para mandar mensajes por tí a través de Whatsapp. Aunque parezca raro no hace falta permiso para mandar mensajes en tu nombre a través de Whatsapp. Piensa en eso.

La app comenzó a crecer y cada vez ganaba más usuarios. Comencé a ver aparecer amigos que no había invitado y cada vez iba usando menos Whatsapp.

Lo que me ha hecho dar el sato y decidir que me voy de Whatsapp es la actualización que Spotbros ha sacado hoy. Sin duda uno de los cambio más bestiales que he visto. La interfaz gráfica ha dado un salto brutal: es elegante, fácil de usar y clara. Tiene todas las opciones de siempre y ahora por fin se pueden añadir sonidos y vídeos a los mensajes y no es mandar un mensaje con vídeo o con sonido, puedes crear mensajes en los pongas cinco fotos, dos videos un texto en medio y un sonido. Como quieras, es cosa tuya elegir qué quieres escribir en el mensaje. Ahora tiene aplicaciones internas. Estas aplicaciones son contactos interactivos a los que les escribes algo y contestan. Super fáciles de usar y tan útiles como que hay una que le dices el título de una canción y te da el link para descargarla, o otra que le dices que te diga la ruta de metro en Madrid de la estación A a B y te da la óptima. Los Spots se han ordenado por categorías para buscar temas de conversación que te interese con gente que habla sobre lo mismo. Y por supuesto, la seguridad se sigue manteniendo intacta.

Así que a partir de hoy puedo decir que me voy de Whatsapp. En una semana me salgo de ahí y si alguien quiere contactar conmigo ya sabe dónde encontrarme.

Nos vemos por Spotbros (si quieres). Agrégame con el SBcode S96CR9D.

Un saludo!