jueves, 24 de octubre de 2013

Mitos del fitness (II)

Yo prefiero ir a la cinta que no me quiero poner como un tío.


Te voy a contar un secreto... eso no va a pasar a no ser que:
  1. Te metas esteroides.
  2. Seas un portento de la genética.
Es un buen secreto ¿eh?

Lo mejor no es eso, lo mejor es que no solo no tienes que estar horas y horas haciendo cinta/elíptica y cardio en general si no que haciendo pesas, que en muchos casos supone un reto más apetecible, vas terminar así


Y sí, la verdad es que esos cuerpos que os suelen gustar a las mujeres y que envidiáis no son fruto de la naturaleza si no que llevan mucho trabajo y sacrificio detrás (salvo en casos e los que hay gente con suerte y si son fruto de la naturaleza... o se operan... pero esas no cuentan).

Una mujer normal no genera suficiente testosterona para ponerse grande.

El cuerpo que la mayoría de mujeres desea no es un cuerpo delgado si no un cuerpo con curvas bien formado. La forma de conseguir esto, si nos guiamos por la sabiduría que se escucha en gimnasios y grupos de colegueo, es comer poco para adelgazar y hacer horas
de cardio o correr. De ahí que cuando entras a un gimnasio las mujeres estén normalmente apelotonadas en la zona de cardio mientras que pocas son las que de verdad van a maltratar las pesas y conseguir lo que se proponen.

Si nos dedicamos a comer poco o a hacer mucho cardio lo que vamos a conseguir es un cuerpo pequeño pero no un cuerpo moldeado.
Podemos comenzar a perder grasa en un principio y al final comenzaremos a perder músculo igual, consiguiendo así un cuerpo igual que había antes pero más pequeño.

Sin embargo ese cuerpo alético y con curvas no se gana de otra forma que poniéndo músculo en los lugares donde tiene que estar y reduciendo la grasa corporal para evitar esas zonas objetivo de odio personal de muchas mujeres.

Esto no quiere decir que para estar como se quiere haya que ponerse como un armario musculoso. Es extremadamente difícil para una mujer, de forma natural, ganar suficiente músculo para que se vea musculosa.

La hormona que hace que el músculo se recupere del ejercicio y crezca es la hormona del crecimiento y la hormona que más directamente controla la hormona del crecimiento es la testosterona que, como habrás podido adivinar, no abunda en las mujeres. Una mujer suele tener entre un 5 y un 10% de la testosterona que tiene un hombre. En un estudio de 2012 del Journal of Applied Physiology se vio que los niveles de testosterona en mujeres después del entrenamiento eran 45 veces más pequeños que los niveles encontrados en hombres. No solo eso si no que otros estudios han demostrado que el entrenamiento con pesas no aumenta la testosterona en mujeres si no que solo aumenta la hormona del crecimiento, estradiol (un tipo de estrógeno) y cortisol. Teniendo en cuenta que la hormona del crecimiento liberada después del entrenamiento no es la principal responsable del crecimiento muscular, sin o que lo es cuando dormimos por ejemplo, se entiende que para que una mujer se transforme en un toro la naturaleza no s suficiente.


Hay que ir empezando a darle a las pesas.

No solo ganar masa muscular hace que se consiga ese cuerpo que se quiere conseguir si no que además tienen otros beneficios clave a la hora de mejorar nuestra salud:

  • Se reducen las posibilidades de tener algunas enfermedades como diabetes, cáncer...
  • Los huesos se fortalecen.
  • Al tener más masa muscular que alimentar tu metabolismo se acelera de forma natural haciendo que quemes más calorías estando sentado leyendo esto, por ejemplo.
  •  Mejora tu sistema inmunológico.
  • Y un largo etcétera.
Por no hablar de que al tener más músculo se consigue mejor movilidad y se envejece mejor ya que nuestro cuerpo afronta mejor retos físicos en avanzada edad.

Mi consejo, según lo que he leído y según lo que he visto es que se empicee a levantar pesas más a menudo y a poder ser un peso que sea pesado. Estudios han enseñado que la zona de oro para el crecimiento muscular está entre las 8 y 12 repeticiones par alas mueres y las 4 y 8 para los hombres. Así que ve a por una macnuerna, una barra, una máquina o lo que quieras la próxima vez que vayas al gimnasio y ponle un peso con el que puedas hacer 8 repeticiones pero que te cueste trabajo terminar la 12.

Haz ejercicios compuestos como sentadillas, peso muerto, press de banca y de piernas y hazas con pesos grandes. Cuando llevas así (y cuidando la dieta por supuesto) y par de meses verás como tienes ganas de que llegue el verano para lucir palmito en la playa.

¿Te gusta esta serie y te parece útil? Deja comentarios, la discusión es lo mejor!

martes, 10 de septiembre de 2013

Mitos del fitness

Hello guys and guyas!

El otro día hubo una publicación en G+ que me hizo pensar sobre algo que quería contar desde hace ya un tiempo. Lo iba a poner como respuesta al post pero la verdad es que estaba en la cama con el móvil y no me apetecía escribir un tocho así que he pensado que mejor hacer un post, que hace mucho que no hago ninguno, y así lo puede leer más gente.

El post básicamente preguntaba si era mejor hacer dieta o abdominales para perder algo de grasa que una persona había acumulado en el abdomen y había comentarios diciendo que mejor hacer abdominales si no era mucho ya que la dieta sola no iba a hacer mucho si era mucha grasa. Esto me hizo recordar una serie de mitos que leí, que pululan por el mundo del fitness. Son teorías que nacen de alguien en un gimnasio y se van pasando de persona en persona sin ninguna base científica pero que se convierte en la ciencia del colega (o broscience, como lo leo siempre). He pensado recoger los diez que más me han llamado la atención y hacer una serie de posts hablando de ellos. Y como no, voy a empezar por este.

Mito I: Perder grasa ejercitando la parte en cuestión.



Para hablar sobre este mito primero tenemos que saber un par de cosas: qué es necesario para perder grasa y como se relaciona esto con el ejercicio que hacemos.

Grasaaaaaaaaas

Nuestro cuerpo es una máquina y como tal está sujeta a los principios de la termodinámica (esa fantástica e imbatible teoría!). Para producir trabajo necesita una entrada de energía. 

¿Qué pasa si quieres hacer un viaje en coche y no le pones gasolina? Pues que no haces viaje ninguno. Al cuerpo le pasa igual, si no le damos energía (comida) no vamos a poder trabajar bien, vamos a estar en un déficit calórico (más de esto después) que va a impedir su correcto funcionamiento.

¿Qué pasa si le echas al coche más gasolina de la que vas a gastar? Pues que lo que sobra se queda en el depósito hasta que lo vuelvas a coger. 
Al cuerpo le pasa igual: si comes más de la energía que gastas la guarda en el depósito hasta que la necesites. El problema es que nuestro depósito es la grasa y comer más de lo que vamos a necesitar nos hace engordar.

Esto sucede porque cuando comemos nuestro cuerpo digiere la comida y la rompe en diferentes sustancias, una de ellas la glucosa. Nuestro páncreas produce insulina que retira la glucosa de la sangre y la almacena para ser utilizada por nuestro cuerpo. 
La glucosa se almacena en hígado y músculos como glucógeno que es usado para que los músculos funcionen de forma adecuada. La almacenada en el hígado se usa para reponer la que se va perdiendo en los músculos. 
También se almacena como triglicéridos en las células grasas de nuestro cuerpo. 

Cuando comemos más de lo que vamos a necesitar el glucógeno sobrante es almacenado como grasa para un uso posterior.

A medida que hacemos ejercicio o vamos viviendo nuestro día a día nuestro cuerpo necesita energía y si comemos menos energía de la que vamos a necesitar pasamos de quemar energía de la comida a quemar energía de nuestras reservas de grasa.

Cómo hace esto el cuerpo es cosa suya y depende de la persona, sexo, edad... Si eres hombre habrás notado que donde más grasa sueles tener y la más difícil de quitar es en la barriga y si eres mujer es en los muslos y piernas. Esto no es así por mala suerte. 

Las células grasas de nuestro cuerpo tienen dos tipos de receptores: alpha-2 y beta-2. Los receptores beta-2 aceleran la movilización de grasas mientras que los alpha-2 la obstaculizan. Cada persona tiene células grasas con más receptores beta-2 que alpha-2 en ciertas zonas del cuerpo y al contrario en otras zonas. En media, para los hombres, la grasa localizada en el abdomen tiene más alpha-2 mientras que para la mujer esto sucede en los muslos y piernas. Es por esto que la grasa en estas zonas del cuerpo son las más difíciles de perder.

Hay varias formas de acelerar la pérdida de grasa:
  • Hacer ejercicio en ayunas: Llevaremos varias horas sin comer, por lo tanto la principal fuente de energía será nuestra reserva de grasas.
  • Tomar sustancias termogénicas: la cafeína al igual que la teína, canela y otras muchas sustancias aceleran nuestro metabolismo haciéndonos quemar grasa más rápidamente.
Como habéis notado, la única forma que he hablado de perder grasa es quemando más calorías de las que se comen para comenzar a quemar nuestras reservas de energía en lugar de quemar la energía que hemos comido.

¿Abdominales para perder barriga?

Después de lo que he dicho antes creo que queda claro que hacer abdominales no te va a ayudar a perder barriga. Si es verdad que te va a ayudar a tener más abdominales pero... si no pierdes la grasa que los envuelve difícilmente se van a ver. 

Hacer abdominales no va a ayudarte a reducir la grasa en la barriga más que hacer sentadillas, brazos o correr en la cinta. Esto no lo digo yo si no que hay estudios que lo prueban.

Conclusión:

Si quieres perder grasa lo mejor es comer menos de lo que quemas. Por tanto la mejor forma de que se te noten los abdominales o de perder esa barriguita que nos molesta es tener una buena dieta ingiriendo menos calorías de las que quemamos y hacer ejercicio que ayuda a quemar más.

Y recuerda que hay partes del cuerpo que van a irse más tarde que otras, no desesperes. Verás que primero vas a perder brazos, pecho y cuello, es normal. La parte alta del cuerpo es la más rápida en perder grasa pero la parte baja tarda un poco más. 

Paciencia y verás como todo llega!

martes, 19 de febrero de 2013

Me voy de Whatsapp

Esto no es solo una entrada más en el blog, que está más muerto que vivo, es un mensaje que espero poder distribuir a todo aquel que me tiene agregado en Whatsapp a modo de despedida y para informarlo de mi nueva dirección como cuando cambias de correo electrónico.

Aviso que puede ser una lectura larga pero creo que merece mucho la pena y que al menos se debería de tener un poco en cuenta a la hora de sopesar qué herramientas usamos y cuál es el motivo por el que las usamos. Es algo que llevo mucho tiempo queriendo contar a mucha gente y no solo aquellos con los que hablo en persona.

Voy a poner el final al principio por si decides no leer nada más pero el motivo del mensaje es que a partir de hoy voy a estar una semana más en Whatsapp en caso de que alguien se interese y quiera preguntarme algo pero en una semana será imposible mandarme nada a través de Whatsapp. Whatsapp es un agujero en cuanto a tu privacidad se refiere y en cuanto a privacidad tengo un nivel de tolerancia pero que funcione mal y no les importe es algo que no me sienta bien. Me voy a Spotbros. Si no lo conoces sigue leyendo, creo que te interesará bastante.

Primero quiero referirme a todos aquellos que han recibido este mensaje y no tienen ni idea de quien soy o ya no se acuerdan de mi: lo primero es que no soy un desconocido. En algún momento de vuestras vidas me disteis vuestro número o por algún motivo u otro vuestro número de teléfono acabó en mi agenda. No os extrañéis, esto es muy común con Whatsapp. Es tan común que os ha tenido que pasar muchas veces y que no solo da lugar a que gente que no conocéis os escriban si no que es una puerta abierta a todo tipo de mensajes que ni habéis pedido ni os interesan. Esos mensajes que se llaman spam y contra los que no tenéis prácticamente ninguna protección. Una vez que sabéis que os advertido de que esto no es un mensaje de alguna empresa o algo así, si no que soy una persona real con vuestro número, os invito a seguir leyendo. Siempre hay la opción de cerrar la pantalla si no os interesa. Después de todo esto es algo que no habéis pedido ni habéis dado permiso para recibir.

Hace unos tres años se me preguntó si no tenía Whatsapp. Respondí que no con cara de extrañado, esa cara que se te queda cuando no sabes si se están quedando contigo o te están preguntando algo en serio. Me explicaron que era una app de mensajería instantánea que dejaba mandar mensajes gratis a tus contactos de la agenda que también tenían la app. Si a alguien le dicen esto y no se le hace la boca agua y mira con cara de troll a los de --póngase aquí tu operadora-- es que no es persona que paga facturas.

La idea era genial y parece ser que no fui el único que pensó esto ya que poco tiempo después todo el mundo tenía Whatsapp y “mándame un Whatsapp” se convirtió en una frase estándar. Ya nadie mandaba mensajes, ya nadie pagaba por bonos de sms o vitaminas (si no recuerdo mal...). Aquello era una cosa del pasado. En un país como España conocido por ser un país pirata (según USA), pagar por algo que tienes gratis... eso está visto como anticonstitucional casi.

Entonces, si Whatsapp mola tanto... ¿por qué el título del post es “Me voy de Whatsapp"?

Muy sencillo: se acabó la chispa y se transformó en un lanzallamas quemándome la cara.

Cuando comienzas a usar whatsapp no hay problema ninguno y todo te parece bien. De hecho si solo te interesa mandar mensajes a la gente todo sigue siendo maravilloso. Tienes casi todo el mundo allí, solo tienes que escribir y listo. Sin embargo si te pones a pensar un poco en las cosas te das cuenta de que hay cosas que fallan.

Todo el mundo dice que entrar en Whatsapp es muy fácil, solo pones tu teléfono y listo. Pero poca gente se para a pensar qué hay por detrás de esto. El hecho de que sea tan fácil quiere decir que no hay ningún requisito. La seguridad que tienes a la hora de crear tu cuenta es prácticamente nula. Se sabe que un usuario de Whatsapp tiene nombre y contraseña automáticos que en menos de cinco minutos se pueden averiguar fácilmente. De hecho la seguridad es tan mala que he visto en persona como en cuestión de dos minutos un tipo desde su pc accedía a mi móvil y cambiaba mi estado de Whatsapp sin yo ni siquiera tocarlo. Solo necesitaba saber mi número de móvil y si estás leyendo esto y no sabes quien soy... tu número de móvil no es tan complicado de conseguir. ¿Nunca te han llamado de Jazztel sin haber pedido nada? Pues eso.


Whatsapp fué notificado de estos fallos cuando se descubrieron y su respuesta no fue solucionarlo, su respuesta fue amenazar con demandar al que notificó los fallos y cerrar su página web. Una forma muy cordial de decir “gracias por avisar”. A día de hoy muchos de estos fallos de seguridad, los más graves, siguen sin solucionarse pero siguen actualizando la app con chorradas que dejan a sus usuarios enganchados porque no les importa lo seguros que están en su servicio o lo bien que funciona. Solo les importa que el número de altas se grande y yo no estoy de acuerdo con eso. Cuando un servicio falla y se notifica que la seguridad y privacidad de tus usuarios está en peligro lo natural es arreglarlo y no matar al que te avisa para que tus usuarios no lo sepan.

Otro gran punto en contra es el hecho de que todo el mundo te pueda mandar mensajes sin que no los pidas. De nuevo, si estás leyendo esto sin saber quien soy ya sabes a lo que me refiero. Estoy harto de recibir mensajes de gente que no conozco. De ver amigos preguntarme quien es un número que le escribe por Whatsapp porque no saben quien es. “No pasa nada, lo bloqueo”, dirán muchos. Pues permitidme que os diga que crear usuarios random en Whatsapp es también una trivialidad y si alguien quiere spamear, a no ser que borreis usuarios mas rápido que Rajoy recorta, os vais a hartar de spam en el futuro cuando se aproveche esa ventaja.

¿Entonces por qué no dejaste Whatsapp antes?

No dejé whatsapp antes porque por poco que me gustara era la forma más rápida que tenía de comunicarme con prácticamente toda la gente con la que hablo a diario.

Hay muchas apps que funcionan mejor que Whatsapp pero como este cuenta con una gran base de usuarios muchos se niegan a cambiar. Mi consejo es que cambiéis casi a cualquiera, todas tienen sus ventajas e inconvenientes pero pocas tienen los fallos catastróficos que tiene Whatsapp. Si eres un usuario que prefiere tener muchos contactos a tener privacidad, seguridad o un mínimo de control sobre lo que recibes en tu teléfono entonces no necesitas cambiar pero mi consejo es que tengas mucho cuidado con lo que haces.

Quien me conoce sabrá que hay una herramienta que prefiero bastante más que Whatsapp: Spotbros. Como este mensaje es de despedida y redirección tengo que hablar de las dos: de dónde me voy y a dónde me voy. 



Muchos igual conocéis Spotbros. Es una app de mensajería española, al estilo Whatsapp, Line, Chaton... y muchas más que hay en el mercado. Para mi Spotbros tiene varias ventajas con respecto a otras pero la más importante es que Spotbros te cuida. Solo eso.

Para empezar la seguridad en Spotbros es una cosa que se supone. Todo mensaje va cifrado. Nadie salvo tu y quien lo recibe puede saber lo que ahí pone o lo que eso contiene. En 30 días todo lo que hayas mandando desaparece de sus servidores, no hay rastro de nada que tu hayas hecho ahí porque a nadie salvo a ti y a tu contacto os importa. Si queréis saber qué pasa con vuestros mensajes en los servidores de whatsapp mejor ni preguntéis. Al contrario que whatsapp no basta con que alguien tenga tu teléfono, ambos tenéis que ser contactos mutuos y si no es así hay que mandar una petición tipo Facebook.

Llevo usando Spotbros desde que salió su primera versión. Era una app muy verde aún pero hecha con entusiasmo y con buenas ideas por un gurpo de estudiantes españoles. Con el tiempo me gustó la idea: no solo mensajes entre contactos si no chats públicos asociados a zonas (Spots) mensajes zonales que recebían la gente de tu alrededor (Shouts) y mensajes multimedia en el que podías poner todo lo que quisieras con un formato bastante agradable (SBMails). Cuando algo me gusta me suelo poner cansino y comencé a recomendarlo. Algunos pensaron que la idea era buena pero claro, la base de usuarios era muy pequeña porque era una app que nadie conocía y que había salido hace cosa de un mes. Conseguí que toda mi familia la usase con lo que el 80% de los usuarios que me interesaban de Whatsapp ya estaban allí.

Fui mandando mensajes a su correo de soporte con ideas que creía que podrían mejorar la app y al contrario de lo que me suele pasar cuando hablo con el soporte de alguna aplicación me respondieron muy amables y asombrosamente comencé a ver algunas de las cosas propuestas en las versiones siguientes. Seguro que no fui el único en proponerlo pero eso significaba que la gente que había detrás de la app escuchaba lo que los usuarios les comentaban. Esto me hizo sentir parte de la app y así es como se gana a un cliente que muy mal lo tienes que hacer para que se vaya. No me importa que me des una base de usuarios de 200 millones de personas, que en mi agenda tenga 90 usuarios de los que solo conozco 20 y solo hablo con 7 si luego cuando se te aconseja algo tu respuesta es demandarme. Con eso me dices que no te importo. Así no ganas a nadie o al menos así no me ganas a mi.

¿Si Spotbros me gustaba tanto por qué no dejé Whatsapp antes? 

Pues porque aunque Spotbros me gustaba mucho seguía siendo una app en desarrollo. Aún le faltaban cosas, no se podía mandar vídeo o sonido y algunas veces los servidores no acababan de funcionar bien. Aún así este octubre pasado hicieron un lanzamiento más mediático y mucha gente empezó a usar la app. Hubo mucho revuelo con el hecho de que mandaba spam a Whatsapp. He comentado mucho sobre eso pero una cosa está clara: si se te pregunta si quieres invitar a tus usuarios de Whatsapp y dices que si sin leer lo que se te pregunta eso no es spam, es que no lees lo que se te pregunta. Punto. No puedes culpar a nadie de no prever que eres un poco burro. Es más, se preguntaba si querías mandar la invitación pero no tendrían por qué hacerlo para tener permiso para mandar mensajes por tí a través de Whatsapp. Aunque parezca raro no hace falta permiso para mandar mensajes en tu nombre a través de Whatsapp. Piensa en eso.

La app comenzó a crecer y cada vez ganaba más usuarios. Comencé a ver aparecer amigos que no había invitado y cada vez iba usando menos Whatsapp.

Lo que me ha hecho dar el sato y decidir que me voy de Whatsapp es la actualización que Spotbros ha sacado hoy. Sin duda uno de los cambio más bestiales que he visto. La interfaz gráfica ha dado un salto brutal: es elegante, fácil de usar y clara. Tiene todas las opciones de siempre y ahora por fin se pueden añadir sonidos y vídeos a los mensajes y no es mandar un mensaje con vídeo o con sonido, puedes crear mensajes en los pongas cinco fotos, dos videos un texto en medio y un sonido. Como quieras, es cosa tuya elegir qué quieres escribir en el mensaje. Ahora tiene aplicaciones internas. Estas aplicaciones son contactos interactivos a los que les escribes algo y contestan. Super fáciles de usar y tan útiles como que hay una que le dices el título de una canción y te da el link para descargarla, o otra que le dices que te diga la ruta de metro en Madrid de la estación A a B y te da la óptima. Los Spots se han ordenado por categorías para buscar temas de conversación que te interese con gente que habla sobre lo mismo. Y por supuesto, la seguridad se sigue manteniendo intacta.

Así que a partir de hoy puedo decir que me voy de Whatsapp. En una semana me salgo de ahí y si alguien quiere contactar conmigo ya sabe dónde encontrarme.

Nos vemos por Spotbros (si quieres). Agrégame con el SBcode S96CR9D.

Un saludo!

miércoles, 16 de enero de 2013

¿Por qué los programadores trabajan de noche?


No es que los programadores (entre los cuales me incluyo aunque no sea informático) trabajemos solo de noche pero hay una cosa que me he preguntado muy a menudo y es eso mismo, ¿por qué de noche es cuando mejor trabajo?




Normalmente cuando es tarde estás cansado y quieres irte a dormir pero hay algo que me hace irme a dormir muy tarde y resulta que en ese tiempo es cuando más concentrado estoy y mejor trabajo hago.

Hoy he leído un post que me ha dado una idea de  por qué puede ser así y que creo que tiene bastante razón en muchos aspectos. Voy a tratar de resumirlo porque creo que a muchos les puede pasar igual y a algunos les va a ayudar a entender por qué suelo irme a dormir a las cuatro de la mañana tranquilamente.

Hay un dicho que dice que los programadores son máquinas que convierten cafeína en código. En mi caso lo del café es algo que se queda un poco fuera aunque es verdad que a veces ponemos la máquina a trabajar para tener algo de combustible que echar.
Si preguntas a un programador cualquiera cuándo trabaja mejor es muy posible que te diga que durante la noche. Muchos dicen que es porque así no los distraen, y es muy posible, pero si lo hicieses de día podrías cerrar la puerta ¿no?.

Para entender mejor por qué pasa esto se analizan tres puntos clave y más o menos estoy muy de acuerdo con todos.



El horario del creador

Básicamente la idea es que hay dos tipos de horario cuando a trabajo se refiere (The maker's schedule de Paul Graham).
Uno de estos horarios es el horario del manager, el que supervisa el trabajo, el que de algún modo tiene una visión general global de lo que se realiza. En este horario el día se divide aproximadamente en horas y si te distraes durante diez minutos y pierdes el trabajo como mucho pierdes esa hora de trabajo si tienes que volver a empezarlo.

El otro horario, como cabía esperar, es el horario del creador. Es el horario que tenemos aquellos que producimos el trabajo. Si en lugar de tener una idea general del trabajo que hay que hacer estás involucrado en un gran sistema y en montarlo todo, es necesario poner esa idea y la estructura en tu cabeza - un ejemplo que dan es alguien construyendo una casa entera de cristal y si te distraen un momento todo se cae y se hace añicos. En este caso una distracción puede acarrear tener que revisar lo que habías hecho antes para volver a reconstruir de cierta forma lo que tenías en mente antes de poder continuar, y a veces esto es un verdadero suplicio.

Es por esto que cuando estamos haciendo un código más o menos complejo y se nos distrae podemos enfadarnos bastante. Estamos ensimismados en eso que tenemos que montar a un nivel que más vale no salir de ahí si no quieres liarla luego.

¿Esto quiere decir que mejor no descansar? No, claro que no. Podemos parar y paramos pero lo hacemos a ciertos niveles dónde lo hecho hecho está y podemos desconectar. Es como cuando estás en un videojuego y te llaman para hacer algo y respondes "cinco minutos que guardo la partida". Hasta que no llegas a ese punto donde la partida está guardada, dejarlo implicaría volver a rehacerlo todo y a nadie le apetece eso.
Un ejemplo de esto es la frase que he dicho muchas veces de "es que voy a tener que salir en un momento, para lo que me queda de tarde no empiezo". Muchas veces he pensado que de verdad no me merecía la pena montar todo para media hora después volver a desmontarlo, el esfuerzo que requiere comparado con lo que al final consigues es desproporcionado. Desde que decides empezar hasta que comienzas a hacer algo que se pueda aprovechar pasa el tiempo que te quedaba hasta tener que salir.

Lo que acontece durante el día es basicamente que estás expuesto a constantes interrupciones debido a que todo el mundo está activo. Se hace trabajo de día porque digamos que es cuando se supone que hay que hacerlo pero la productividad durante el día baja mucho debido a estas constantes interrupciones que te obligan a andar montando y desmontando mentalmente el esquema.


El cerebro cansado

Otro punto con el que no estoy del todo de acuerdo pero es cierto que muchas veces he visto que me ha pasado es el siguiente:
Cuando cae la noche y empiezas a tener sueño después de todo el día despierto no te queda mucha energía para gastarla haciendo cosas que no son interesantes. Si te pones a trabajar en esos momentos y te concentras en lo que haces, no hay margen para hacer otra cosa que no sea eso y por lo tanto toda la concentración que puedes tener va enfocada al único sitio donde la estás enfocando. ¿Os acordáis del pico de Ballmer? Pues es parecido pero sin alcohol de por medio.

Todo el mundo funciona mejor de día, es más activo de día y la noche es para descansar. Pero esta falta de energía para hacer más de una cosa a la vez hace que te concentres de tal forma que desconectas literalmente de todo.

Algo que mencionan y que a mi también me ha pasado es que si a media noche te da por tomarte un café poco después estás perdiendo el tiempo. Te despiertas lo justo para ponerte a hacer otras cosas y al final no se aprovecha lo mismo que antes. Estar algo cansado te hace lo suficientemente tonto como para que una sola tarea te parezca suficiente.

La luz brillante del monitor

Todo esto parece a partes iguales un sinsentido y una verdad bastante grande si alguna vez has programado. El sinsentido lo parece porque si es tarde y estás cansado tu cuerpo empieza a desconectar y aunque no quieras te acabas cayendo de sueño en cualquier sitio. Voy a dar un ejemplo:

Imagina que estás en la cama leyendo un libro antes de dormir. Tienes la luz de la lámpara de al lado de la cama encendida y lees tranquilamente. Poco a poco empiezas a notarte cansado hasta que notas como empiezas a dormirte con el libro entre las manos. Es algo que a casi todos nos ha pasado alguna vez.
Ahora te pongo en esta situación que me ha pasado mucho desde que tengo la tablet. Estás igual que antes pero para no gastar luz apagas la luz de la lámpara ya que la pantalla de la tablet tiene luz propia. Estas a oscuras leyendo el libro en la tablet, ¿sabes en qué situación soy capaz de aguantar más tiempo leyendo? Lo has acertado, si leo de día, pero si hay que elegir entre las dos opciones anteriores, estar leyendo la tablet a veces me ha hecho quedar despierto interesado en la misma historia mucho más tiempo que si leo el libro.

La luz brillante que tienes enfrente te mantiene despierto más tiempo y te retrasa el ciclo de sueño. Por tanto no sientes esa necesidad abismal de irte a dormir cuando llegan las dos de la mañana y sigues haciendo cosas. Por norma general me voy a dormir sobre las tres de la mañana si estoy haciendo algo y al día siguiente me despierto un poco más tarde.

Esto me comenzó a pasar cuando jugaba al poker y debido a que era más rentable jugar contra jugadores norteamericanos me veía obligado a jugar en lo que era su tarde, que es a partir de medianoche aquí. Cuando este ritmo de sueño se va cambiando es muy difícil volver a otro diferente, igual que si te acostumbras a irte a dormir a las once es muy difícil aguantar despierto de forma general después de esa hora.

Cuando empecé a programar esto se acentuó porque el nivel de exigencia que tienes cuando juegas a poker y ganas o pierdes dinero con cada decisión no es el mismo que cuando escribes un código que un error te obliga a borrar dos líneas. Esa sensación de enfado cuando te equivocas jugando al poker (lo que llamábamos tilt) no sucede al mismo nivel cuando programas y por tanto es un plus menos que tienes para irte a la cama.

En conclusión, los programadores trabajamos mejor de noche porque no tenemos un límite de tiempo en el que trabajar antes de que alguien nos moleste o antes de tener que hacer otra cosa, lo que te da más tranquilidad a la hora de montar tu estructura mental. El cerebro no es capaz de concentrarse en varias cosas lo que ayuda a la concentración en una sola tarea y no nos caemos de sueño a una hora normal porque la luz del monitor nos mantiene despiertos.

Queda la discusión de si es sano o no, lo que es sano es dormir el tiempo que necesitas pero nadie dice que ese tiempo lo tengas que dormir de once a siete o de tres a once. Y sí, muy probablemente acabes con gafas.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Primer capítulo

Este es el primer capítulo de una historia que llevo un tiempo queriendo empezar a escribir para ver cómo sale. Descubrí que en Google Plus había una página que había propuesto a gente que estuviésemos por ahí escribir relatos y todos se recogerían en un libro que cuando fuese suficientemente grande sería editado e impreso para distribuir libremente como quisiéramos. Así que me decidí a escribir mis "relatos" como capítulos de la historia que quería comenzar a escribir. Aprovechando que tengo esto también poco parado voy a ir poniendo cada uno de los relatos por aquí para que haya otro sitio donde se puedan leer. Así que esta es mi forma de volver a empezar con el blog. Este es el primer, y corto, capítulo de la hisotoria.

Primer capítulo.

Hola, mi nombre es Pablo y he decido que voy a contaros la historia que me trajo aquí. Aquellos días son un como una mancha difuminada en mi cabeza pero, vagamente, consigo recordar qué fue lo que sucedió antes de llegar a dónde hoy me encuentro.

Era navidad, de eso estoy seguro. Siempre me ha gustado mucho el ambiente navideño con la familia, las cenas multitudinarias, el recordar viejos tiempos y hablar de cómo ha cambiado todo en cuestión de unos pocos años. Era la cena de nochebuena, el tío Blas presidía la mesa. Nadie le había reconocido un papel especial en la familia pero todo el mundo le tenía un cierto afecto. A su izquierda, o su derecha, no recuerdo muy bien, estaba su mujer, Esperanza, y su hijo Jesús. Jesús y yo éramos como uña y carne, siempre habíamos estado juntos desde pequeños y nos embarcábamos en planes cada vez más extraños y perversos para pasar un buen rato. Una vez acabamos en el hospital porque queríamos comprobar si podíamos descender por la ventana de mi cuarto hasta el suelo por una sábana. Mala idea, no aconsejo intentar esto en casa. Mi padre y mi madre, Antonio y Ana, estaban al otro lado de la mesa y mis otros tíos aún estaban por llegar.

La noche transcurría tranquila contando como nos había ido este año. Hacía un tiempo que no nos veíamos. Los tiempos en los que todos los fines de semana nos encontrábamos para comer juntos ya pasaron. Jesús encontró un trabajo y estaba casado y mis tíos... bueno, supongo que cuando te haces mayor te apetece quedarte en casa tranquilo en lugar de estar viajando cada semana.

Jesús nos contaba que su mujer no podía venir a la cena porque esa noche tenía guardia en el hospital. Trabajaba en el área de psiquiatría como enfermera. Siempre le he tenido mucho respeto porque tratar con personas que en cualquier momento pueden reaccionar de forma violenta sin motivo aparente es algo que me impone bastante. Mi padre comenzó a contar cómo le iba en el almacén en el que trabajaba y yo... pues bueno, supongo que era el que menos tenía que contar, seguía en paro y aunque tenía un ciclo profesional acabado no conseguía encontrar nada.

Recuerdo esta escena bastante bien. Aquí fue cuando empezó todo. Mi madre traía el marisco, mi padre reía, mi tío blas se encendía su puro y yo disfrutaba de la noche en familia. Este fue el momento en el que todo esto dejó de tener sentido, ese fue el momento en el que mi primo Jesús recibió la llamada. Le comentaban que había tenido lugar un problema en el psiquiátrico. Se había declarado un incendio en la última planta donde estaban ingresados los enfermos más peligrosos y, entre el pánico, varios de ellos habían escapado. No se sabía nada de su mujer, varias enfermeras estaban graves y el guardia del pasillo había muerto pero su mujer había desaparecido, nadie la había visto después del incendio.

Ese es el momento en que todo comienza a derrumbarse. La navidad había acabado. La cena había acabado. Las risas se tornaron en silencio. Ese fue el momento en el que empezó todo. Nadie podría decirme que un tiempo después estaría contando aquí esta historia. Nadie podría decirme que un tiempo después estaría contando cómo morí.

jueves, 26 de abril de 2012

The Higgs Boson

Muy buenas! Hace medio siglo que no escribo nada pero es que cada vez que intentaba sacar un rato me salía algo que me quitaba el tiempo: trabajo, lectura, hablar un poco con la famili, viajes... en fin.

Hoy he vistou n vídeo que he compartido por casi todos los sitios que suelo compartir lo que veo pero que habrá gente que creo que nunca verá así que vengo a ponerlo por aquí porque me parece muy interesante.

Quien viera una de mis primeras entradas recordará que recomendé un cómic online llamado PhD comics. En el se habla de la vida de un estudiante de doctorado con un enfoque cómico. Hoy me he sorprendido al descubrir  un vídeo que han hecho en colaboración con Daniel Whiteson, físico del CERN en el que explican qué es el boson de Higgs y hace un marco muy simple y claro, para todos los públicos (que sepan inglés).

Pues nada, os dejo con el vídeo:

viernes, 20 de enero de 2012

Voy a montar un negocio

Hoy me he levantado por la mañana con una gran noticia: ¡No era ayer!

Creo que si por cualquier extraño giro del destino o retorcido cambio de las leyes de la física hoy miro el día del calendario y resulta que volvía a ser 19 de enero de 2012 hubiera sopesado mucho sentirme triste por no haber alquilado un apartamento en un décimo en lugar de uno en un segundo.

Aún así, lo mejor de este día es que se me acaba de ocurrir una idea. He pensado en montar un negocio. Voy a ser fabricante de armas. Sí, como lo oís, fabricante de armas. He pensado que es una industria que mueve mucho dinero y las compañías que fabrican armas están forradas, si no mirad a Iron Man. El tío tiene de secretaria a Scarlett Johansson, no puede estar mal de dinero.

Aún así me asaltó la duda de la moralidad de este negocio, ya sabéis, eso de vender armas a la gente para que vayan por ahí pegándose tiros, ¡es que esto atenta contra el propio derecho a la vida! Pero luego seguí pensando que el hecho de que yo haga armas no quiere decir que esté haciendo que se maten los unos a los otros de forma indiscriminada, la gente también tiene derecho a defenderse al fin y al cabo, digo yo. Si yo doy un servicio y la gente lo usa mal, ese no es mi problema, ellos deberán saber lo que hacen. Además, habrá que ver que es lo que significa usarlo mal, de eso se encargan los jueces, tampoco es mi problema. Hay una ley que hace posible, tras un juicio, decidir si una persona usó un arma "bien" o "mal" y esa ley está ahí y serán los jueces quienes digan lo que hay que hacer al respecto con el infractor.

Después de mucho pensarlo he llegado a la conclusión de que sí que es buena idea montar este negocio, al fin y al cabo, sería ridículo que me lo cerraran y encarcelaran cuando yo no soy el que está matando a nadie ¿no?

Aún así no fue mi primera idea de negocio.

Closed for businessPrimero pensé en montar una compañía de alojamiento de ficheros pero me di cuenta que todo lo de antes no aplica en estos casos, es preferible la de armas, ya que según vi en el día de ayer tener un negocio que da a la gente la posibilidad de atentar contra la propiedad privada es mucho peor que tener un negocio que da a la gente la posibilidad de atentar contra la vida. Al gobierno no se le pasa por la cabeza cerrar las compañías fabricantes de armas pero no dudan ni un momento en chapar una compañía donde la gente guarda ficheros. Donde hay ficheros personales e íntimos y por los que estás pagando una cuota para que te guarden. Esa compañía también da la posibilidad de compartir obras con copyright y por tanto es culpable de piratería al igual que una compañía de armas lo es de asesinato... ah no, que hemos quedado que esto no es así, que no aplican las mismas normas (obvio ya que las compañías de armas son distintas ante los ojos del gobierno), se me olvidaba.

Además, resulta que si eres dueño de una compañía así, se ha demostrado en varios juicios que dado que tu no vendes el material con copyright (haces dinero ofreciendo un servicio de alojamiento de ficheros) no eres culpable del delito de violación de copyright, al igual que pasa con las empresas de armas, que no son juzgadas por asesinato, tu no serás juzgado por atentar contra la propiedad intelectual, y no van a hacer una ley para saltarse a los jueces y juzgar a tu compañía de armas los familiares de los asesinados para hacer lo que quieran... ¿no? "Eso sería una tontería" diría cualquier político. Parece ser que no lo es tanto.

Aún así hay un punto a favor de tener una compañía como Megaupload. Suponiendo que se pasen los jueces por el forro y decidan cerrarte el negocio sin previo aviso ni juicio y joder a todos los usuarios de tu compañía, algo que obviamente nunca pasaría (¿a quién se le ocurre?), si esto sucede y te encarcelan por ello, tu pena no va a ser ni por asomo la misma que si violases y asesinase a una joven y después te deshicieras del cuerpo. En el primer caso irás a la cárcel 50 años mientras que en el segundo irás a la cárcel... 20 años... Ah, vaya, entonces esto tampoco me vale.

Total, creo que he tomado la decisión. Dado que en el mundo que vivimos es más importante tener una propiedad privada que una vida, prefiero, si pasara por cualquier extraño giro del destino o retorcido cambio de las leyes de la física, ser acusado por asesinato que por piratería. Así cuando llegue a la cárcel me llamarán señor en lugar de friki.