jueves, 12 de enero de 2012

Desde arriba todo se ve distinto

2011.12.24


 Un grano de arroz ¿qué tiene un grano de arroz?

Un grano de arroz es un claro ejemplo de lo que hoy quiero contar y servirá para mostrar que las cosas tal y como las conocemos cambiaron hace mucho tiempo.

Llevamos un puñado de arroz en las manos y nos sentamos a la mesa. Dejamos caer el puñado en la mesa y comenzamos a ver los granos esparcidos por la mesa. A medida que vamos recorriendo la mesa vamos viendo granos y granos, cada uno en su pequeña parcela que le ha sido repartida por la forma en la que hemos soltado el arroz o por simple azar. Aún así podemos encontrar características comunes y es que cada grano tiene sus límites, cada grano tiene una frontera, un lugar a partir del cual deja de ser territorio del arroz y pasa a ser territorio de la mesa. Encontramos una estructura que a grandes rasgos se repite: grano de arroz, superficie de la mesa, grano de arroz, superficie...

Ahora nos levantamos de la mesa. A medida que nos levantamos vamos viendo como esa estructura parece desaparecer. Ahora la estructura que intercala grano de arroz y mesa se va difundiendo y va pareciéndose más a una superficie blanquecina que ocupa un espacio en la mesa. Aún se distingue alguna pequeña cavidad entre grano y grano pero cada vez es menos apreciable. Es aún más evidente el hecho de que cada extremo del puñado de arroz parece que no está tan lejos del otro extremo como lo estaba antes.

Ahora subimos un poco más, nos subimos a una silla y lo que antes era una clara estructura llega a ser no más que una mancha blanca, homogénea. Si no viniésemos de abajo pensaríamos que todo eso es la misma cosa, es el mismo espacio o la misma zona cubierta del mismo material. Si no viniésemos de abajo.

Durante el último año he viajado más de lo que he viajado en mucho tiempo pero menos de lo que me queda por viajar y me ha hecho darme cuenta de que la idea de que dos lugares son lejanos es relativa a lo que tardamos en llegar de uno a otro. Para llegar del grano de arroz de una punta a otra hay que ir pasando por todos y cada uno de los granos y se hace lento el camino pero si miramos desde arriba... no parece tan difícil ¿no?

El mundo es muy grande pero a medida que la tecnología avanza va pareciendo cada vez más pequeño. ¿Cuánto se tardaba en llegar de una punta a otra de la península cuando se viajaba a caballo? ¿Cuánto tardábamos en recibir noticias de familiares en el extranjero por correo? Hoy día llegar de una punta a otra es cuestión de medio día y varias horas de ese viaje se pasan parados esperando a que llegue el avión, el tren o el autobús. Comunicarse es igual de complicado si está en la casa de al lado o si se está en las antípodas.

Las fronteras dejan de tener sentido más allá del hecho de que puede ser mas sencillo organizar zonas más pequeñas con menos gente viviendo en ellas pero el hecho de delimitar qué porción de terreno pertenece a quien... sencillamente me parece inútil. Cuando pienso que mi abuela o gente de su edad no ha salido del pueblo prácticamente nunca o que el hecho de ir a la ciudad supone para ellos un gran viaje y que el día después, en poco tiempo, me pongo en la otra punta de la península me doy cuenta de que todo ha cambiado, todo ha cambiado mucho.

Con el tiempo todo seguirá cambiando y espero que todos nos demos cuenta. Espero que las personas seamos más abiertas de mente y que todos nos demos cuenta de que al fin y al cabo el mundo solo es una superficie homogénea de un mismo color y que nosotros nos hemos empeñado en bajar abajo, crear estructura y separar porciones hasta crear los granos de arroz que durante muchos años nos han encerrado.

Pero ya hemos encontrado la silla, ahora solo toca subirnos y olvidarnos de que estuvimos abajo.

Imagen Libre desde Photo Pin: Ekenon's Flikr

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